Hemos llegado al final de esta experiencia de Simposio, que se suma a otras iniciativas implementadas por el Instituto de Catequesis para celebrar sus setenta años de vida.
El Simposio – se ha dicho – es un punto de llegada pero también un punto de partida: son numerosas las tensiones que nos llevamos cuando volvemos a nuestros entornos. El simposio fue también una oportunidad de encuentro y conocimiento interpersonal. Esta es también una riqueza que no debe pasarse por alto.
Fue una hermosa experiencia, espero para todos. El agradecimiento del Instituto a todos los que lo hicieron posible: a los ponentes pero también a todos los que habéis participado presencialmente o online; a los estudiantes que colaboraron activamente, a los que trabajaron detrás de escena y, por qué no, a los miembros del Instituto que trabajaron duro para hacer posible el evento.
Nuestro más sincero agradecimiento a todos: Gracias!
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ARTICOLO sul BOLLETTINO SALESIANO: