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Recensione: Christoph Theobald, Un concilio in incognito? Il sinodo, via di riconciliazione e creatività, EDB, Bologna 2024, pp. 192.

LIBRO IN EVIDENZA-Rubrica periodica di «Catechetica ed Educazione»  

 

Christoph Theobald, ¿Un consejo disfrazado? El sínodo, un camino hacia la reconciliación y la creatividad, EDB, Bolonia 2024, pp. 192.

 

El autor es un conocido teólogo de origen alemán, residente en París, profesor en el Centro Sèvres, el instituto jesuita de la capital francesa. Puede resultar útil saber que muchas de sus obras, como ésta, han sido traducidas al italiano, en particular por la EDB (editorial dehoniana) de Bolonia.

Theobald es reconocido por su pensamiento sobre el diálogo ecuménico y una visión innovadora del papel de la Iglesia católica en el mundo contemporáneo. Afirma, explora y difunde la necesidad de una “Iglesia sinodal y fraterna”, en línea con las reformas impulsadas por el Papa Francisco.

El libro que presentamos es fácil de leer y de comprender, escrito en un estilo tranquilo, bien documentado sobre la realidad del Sínodo en curso, sin ese sentimiento de hipercriticidad que a menudo critica y aún más ignora el trabajo sinodal.

Observamos bien que la A. no quiere tanto expresar pensamientos personales, sino informar e interpretar el camino recorrido hasta ahora por el Sínodo. Incluye dos etapas: el resultado, desde el inicio de los trabajos (2021-2022), se resume en el primer Sínodo (octubre de 2023); Sigue una segunda etapa que concluye en el segundo Sínodo (octubre de 2024). Teobaldo obviamente no puede hablar de esto, ya que su texto fue escrito primero, pero prevé sus tareas a la luz de los documentos que van publicando el Papa y la Secretaría General. Se esperan conclusiones significativas y al mismo tiempo nuevas propuestas para la continuación del camino sinodal.

La visión de A. Ya lo expresa el título: ¿Un consejo disfrazado? El sínodo, un camino hacia la reconciliación y la creatividad. Para Theobald, el actual sínodo no es el final de un compromiso entre muchos sínodos, habitual en la historia de la Iglesia. En primer lugar, tiene una estrecha conexión, o más bien de raíz, con el Concilio Vaticano II, del que pretende ser una extensión, aspirando no sólo a ser entendido como un concilio no declarado como tal (de incógnito), sino a sea ​​uno de hecho, en particular con dos rasgos definidos como “camino de reconciliación y de creatividad”, para lo cual el Sínodo en curso es llamado por él mismo un camino, hecho de apertura y de diálogo a nivel religioso y social, con un enfoque profundamente innovador. , finalidad creativa, con vistas a una nueva evangelización bajo la guía del Espíritu de Jesús (o Espíritu Santo) que no crea una Iglesia nueva, sino la misma Iglesia renovada como en los orígenes, “no una Iglesia diferente, sino una Iglesia diferente”. Iglesia”.

El libro de Theobald se sitúa dentro de este marco de ideas. Son 190 páginas bien divididas en seis capítulos de los que aquí damos un breve resumen de su contenido. La inspiración esencial proviene de las Escrituras como un “informe de viaje misionero” que pretende continuar en el Sínodo y actúa como su alma (capítulo 1); allá. se plantea la pregunta: “si la sinodalidad es una “dimensión constitutiva de la Iglesia”, ¿cómo se constituye?”. La respuesta es clara y dominante: se basa en el Bautismo que crea la igualdad fraterna entre los bautizados; toma su orientación e inspiración del Vaticano II; por tanto, la Iglesia debe ser entendida siempre como “pueblo de Dios” (cap.2); sigue una aclaración sobre el Sínodo mismo: es un camino intercontinental e intercultural (se relatan algunas experiencias en África y Europa, vistas como “dones” del Espíritu Santo) (cap.3); no podía faltar una sólida reflexión sobre el alma del camino sinodal: “Un camino de conversión espiritual e institucional” (cap.4); en los capitulos 5 y 6 resumen los puntos fuertes de la primera etapa sinodal (hasta octubre de 2024). La tarea que compromete a la Iglesia a una reforma profunda sigue siendo central. El capítulo 5 menciona los contenidos y problemas de fondo: la renovada e indispensable participación de la mujer en la vida de la Iglesia; la implicación real de todos los cristianos y no sólo del clero; una credibilidad recuperada, especialmente en relación con los escándalos y las crisis institucionales, subrayando la importancia de una reforma estructural y espiritual para recuperar la confianza de los fieles; para ello la Iglesia debe renovar su modo de ejercer la autoridad, transformándola en una “autoridad de fraternidad”, capaz de promover el diálogo y la inclusión; la Iglesia debe superar los conflictos internos y sociales mediante un espíritu de fraternidad, contribuyendo así a la cohesión de las sociedades seculares. Por último, pero no menos importante, la ciencia teológica debe dar su contribución a la elaboración de pensamientos y propuestas emergentes. En el capítulo 6, Teobaldo expresa, por así decirlo, su sueño sinodal con una afirmación que repite en otros lugares: «la sinodalidad debe verse dentro de una visión mesiánica del mundo».

Concluye preguntando si la amplitud, la novedad y la profundidad del Sínodo pueden describirse como “un Concilio disfrazado”. Es una pregunta que, después de leer el libro, huele a desafío: ¿quién y cómo puedes decir que no?

 

Cesare Bissoli

Istituto di Catechetica, UPS. Roma

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